sábado, 22 de agosto de 2020

- Beerseba, capital del sur

Beer-Sheva (Beerseba) es una de las ciudades más antiguas del pueblo judío, y altamente significativa en la Biblia. Si bien se la menciona como escenario de parte de la vida de Abraham, la ciudad es aún anterior a la época en que vivió el Patriarca.
El Tel Bersheva, la antigua ciudad bíblica
La ciudad se remonta a los tiempos del patriarca Abraham, teniendo sus inicios en un sitio arqueológico llamado Tell Beerseba (Colina de Beerseba), a algunos kilómetros al noreste de la moderna Beerseba. Tiene evidencias de haber estado poblado desde el siglo IV aC. Beersheva constituye una importante encrucijada cuyo potencial ya descubrió Abraham, padre del pueblo judío, cuando llegó allí hace 3.700 años.
Fue en este lugar donde Abraham cavó un pozo para dar de beber a sus rebaños y estableció un acuerdo de paz con Abimelec, rey de Guerar, por el que ambos se juraron lealtad mutua. “Por esto se llamó a este lugar Beersheva, porque allí juraron los dos" (Génesis 21, 31). 
El Tel Bersheva, la antigua ciudad bíblica
Como símbolo de propiedad del pozo, plantó allí un tamarisco, hecho que marcó el inicio de la ciudad de Beersheva, donde siguieron viviendo los descendientes de Abraham, en un lugar considerado la cuna del monoteísmo.
Monumento al Pozo de Abraham (un memorial del Pozo) en la actualidad 
Beersheva se encuentra en la intersección de dos antiguas e importantes rutas internacionales: el "Camino del mar" (Vía maris), que se extendía a lo largo de la costa occidental, y el Camino real o Camino del valle por el este.

Así pues, esta ciudad aparece en numerosas ocasiones en la Biblia como parada junto al camino, lugar de descanso, punto fronterizo y centro de celebración de rituales.
El Tel Bersheva, la antigua ciudad bíblica
La ciudad se remonta a los tiempos del patriarca Abraham, teniendo sus inicios en un sitio arqueológico llamado Tell Beerseba (Colina de Beerseba), a algunos kilómetros al noreste de la moderna Beerseba.
Bíblicamente, el lugar de asentamiento de la ciudad es mencionado en dos de las tres historias del libro de Génesis como un emplazamiento donde se firmó un pacto de no agresión entre los filisteos, representados por su rey llamado Abimelec, y los israelitas.
En la Torá se relata que es allí donde Abraham realizó un pacto de paz con el rey Abimelec en el cual le entregó siete corderos. Como ‘sheva' significa ‘siete', pero también ‘juramento', su nombre puede interpretarse como ‘pozo del juramento' o ‘pozo siete', en relación a estos siete corderos.
La Biblia describe el pacto realizado en dos momentos separados por los israelitas, una vez representados por Abraham y en la otra por su hijo Isaac
Beerseba es también mencionada en el libro de Josué (versículo 19,2). Beerseba era la ciudad más meridional de Israel en los tiempos bíblicos, utilizándose la expresión "de Dan a Beerseba”, para describir todo el Reino de Israel.
Entre las dos historias de Abimelec, existen serias diferencias etimológicas sobre el origen del nombre de Beerseba:
·         en memoria del pacto de Abraham y Abimelec (lugar del pacto)
·         en memoria del lugar de las siete excavaciones realizadas por Isaac (lugar de las siete excavaciones), de las cuales 3 o 4 han sido identificadas.
·         en memoria del pacto entre Isaac y Abimelec (lugar del pacto)
·         en memoria de las siete ovejas que fueron testigos del pacto entre Abraham y Abimelec (lugar de las siete).
Aquí se hacen concretos varios episodios de la búsqueda de Abraham, este creyente que confía en que el único Dios, le concederá una descendencia y una tierra donde ésta pueda establecerse y multiplicarse. Su viaje por los desiertos –lugar privilegiado de purificación y búsqueda de lo esencial en la Biblia– y su experiencia como huésped y como anfi­­trión fija los parámetros de lo que luego constituirá el fundamento de la geografía sagrada. No en vano la fe de Abraham fundamenta la fe judía, cristiana y musulmana, también conocidas como las religiones abrahamíticas.

El atractivo histórico, religioso y turístico más importante es el llamado Pozo de Abraham. Se cree que este es el pozo que Abraham excavó como parte de su pacto con Abimélec.

Beerseba en hebreo significa "Siete Pozos" y es una ciudad del sur de Israel, ubicada a 108 kilómetros al sur de Tel Aviv. Es una de las ciudades más antiguas del país, existente ya en la época bíblica. Hay evidencias de haber estado poblado desde el siglo IV aC; actualmente es la mayor población israelí en el desierto del Néguev y capital del Distrito Meridional. 

Cerca se encuentra Tell Beerseba, uno de los tres tells considerados en 2005 como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco como parte de la denominación «Tells bíblicos - Megido, Jasor y Beerseba».

TELL BEER SHEVA

La Entrada Exterior

Al lado de la entrada exterior hay un pozo y un árbol de tamarisco. Ambos son de tiempo posterior a los Patriarcas, pero nos hacen recordar del pozo que Abraham cavó y el árbol que sembró (Gn 21). El árbol de tamarisco se adapta fácilmente a la existencia en el Neguev ya que tiene un profundo sistema de raíz y habilidad para sobrevivir en agua salada. Gotea agua en la mañana y sus hojas transpiran sal.

Casa de Cuatro Habitaciones

Mejor conocida como un edificio de pilares israelita, esta estructura típica se podía encontrar en el país durante la Edad de Hierro (1200 a 600 aC.). Subdividida en pequeños cuartos por medio de pilares, estas casas eran a menudo construidas contra el muro de la ciudad en donde la pared de atrás de la casa formaba una porción del muro sirviendo como casamata.

Establos o ¿Bodegas?

Tres edificios de pilares divididos en tres, cada uno de ellos fue revelado en las excavaciones. Los arqueólogos piensan que estas son bodegas en parte por la gran cantidad de vasijas encontradas dentro del lugar.
Otros académicos reconocen este diseño de edificación característico de establos. Además, se han encontrado pruebas abrumadoras que sugieren una identificación más acertada de este lugar como establo.

Altar con Cuatro Cuernos

Bloques de arenisca integrados en las paredes de las bodegas fueron originalmente parte de un altar de cuatro cuernos. Tres de los bloques preservan la forma de cuerno típica de los altares de cuatro cuernos. El cuarto bloque muestra que el cuerno se había roto. 
 Entre las rocas que integran una esquina de los muros de estos almacenes, se descubrieron parte de las piedras labradas de un altar del sacrificio, con sus característicos salientes terminados en cuernos. 

El altar fue utilizado en ritos cultuales, pues en él se observan restos de hollín. Este uso estaba en contra de las leyes, que solo permitía ofrecer sacrificio en el templo de Jerusalén y, además, las piedras empleadas para el altar no debían ser labradas. El profeta Amós  (Amós 8,14) hace referencia al culto idolátrico practicado en este lugar.
En opinión del arqueólogo Yohanan Aharoni, el altar hace pensar que habría en Tel Beerseba un templo similar al descubierto en Arad (otro centro fortificado en la frontera del Neguev). Probablemente tanto el altar como el templo, serían desmantelados en la reforma que realizó el rey Ezequías, señalado en el libro 2 Reyes 18,4.

Otra de las piedras llevaba la imagen de una serpiente grabada profundamente.
Los trabajos arqueológicos muestran que en tiempos bíblicos había una población establecida en dos áreas diferenciadas: Una corresponde al asentamiento que surgió en el Tel o montículo entre los arroyos Nahal Beerseba y Nahal Hebrón. Y la otra, más dispersa, buscando tierras de cultivo cerca del Tel.
Las excavaciones que comenzó Yohanan Aharoni en 1969 las terminó Zeev Herzog en 1976. Descubrieron restos materiales del periodo Calcolítico, de unos 4000 años aC, y restos a partir de la edad de Hierro I, siglo XII aC. Centrémonos en el Tel de Beerseba. Fue declarado Patrimonio de la Humanidad en 2005 por la Unesco. Forma parte de los tres Tel bíblicos que tienen esta distinción junto a Meguido y Hazor.
El Tel ha sido excavado hasta la roca madre y presenta nueve estratos de ocupación. En los últimos estratos (los más antiguos), las viviendas evolucionan desde las casas fosos, cavadas en la roca, hasta las construidas con paredes de adobe sobre una base de piedra. A finales del siglo XI aC, es construido un poblado fortificado en forma ovalada con las casas adosadas. El acceso a las viviendas se realizaba desde el interior del gran patio central, que era el lugar donde protegían a los rebaños.
En el exterior del asentamiento hay un pozo de 1,8 metros de diámetro y 69 metros de profundidad que suministraba agua al poblado. Se suele identificar con Abraham según Gn 21,25-31. El texto bíblico indica el origen del nombre de Beerseba, que en hebreo puede significar “pozo del juramento” o “pozo de los siete”. Los estudios realizados por el arqueólogo Zeev Herzog, lo datan del siglo XII aC
Desde final del reinado de David, siglo X aC, el Tel pasa a ser un centro administrativo y control de fronteras del reino. Para ello fue fortificado mediante una muralla sólida de 3,5 a 4 metros de espesor, con glacis y foso, además de una puerta defensiva de cuatro cámaras. La ciudad construida tiene una cuidada planificación. 
Es destacable el gran sistema de abastecimiento de agua, similar al de otras ciudades como Meguido, Gabaón y Hazor.
A mediados del siglo VIII aC la ciudad fue destruida por un terremoto, excavadores lo identifican con el mencionado en la Biblia por Amos 1,1 y Zacarías 14,5. El terremoto produjo daños incluso en el sistema de agua y en las murallas, que fueron rehabilitadas y modificadas. Así, la fortificación pasó a ser de muros del tipo casamatas (muros paralelos unidos por otros transversales), formados con bloques de adobe cocido sobre cimientos de piedra.
El visitante de Tel Beerseba puede apreciar los restos recuperados de una pequeña ciudad fortificada del siglo VIII aC. Con una superficie de 1,1 hectáreas, estaba habitada por unas 400 personas, principalmente funcionarios, militares y las familias de estos.
A la entrada de la ciudadela hay una plaza que distribuye las calles. Era el lugar de la actividad social. A la izquierda de la plaza, se encuentra el edificio del gobernador con tres amplias salas y, a la derecha, tres grandes almacenes (edificios tripartitos de pilares). Los almacenes servían en la gestión del comercio exterior y la recaudación de los impuestos ya que, Beerseba, era frontera y centro de comunicación de las rutas de caravanas provenientes de Arabia con destino al Mediterráneo y el interior de Israel.
Entre las viviendas visibles en el Tel están las típicas israelitas de cuatro estancias con pilares. La distribución que presenta consta de tres salas paralelas y una transversal al fondo. La sala central era un patio abierto para dejar entrar la luz, ya que no tenían ventanas exteriores en la casa. En una de las viviendas excavadas puede apreciarse un horno y una escalera para subir a la azotea.

A partir de 1994 el arqueólogo Zeev Herzog, llevó a cabo la excavación pendiente en el sistema de abastecimiento de agua del Tel. El complejo está formado por varias cisternas subterráneas interconectadas, a las que se accede mediante una escalera que tiene un eje cuadrado de doce metros y desciende a una profundidad de quince, en cinco tramos. Al final de la escalera un túnel escalonado comunica con los depósitos. Estos alcanzan una capacidad total de 700 metros cúbicos. Los aljibes eran abastecidos a través de un largo túnel que recogía el agua de escorrentía del arroyo Nahal Hebrón.
El estrato II de Tel Beerseba muestra la destrucción de la ciudad a finales del siglo VIII aC. El texto bíblico de 2 Reyes 18,13, informa que fue causada por la incursión militar del rey asirio Senaquerib. Es interesante resaltar la coincidencia de la crónica asiria con la Biblia. Así, la crónica inscrita en un prisma hexagonal hallado en Nínive, describe la campaña militar realizada por Senaquerib en Israel, mencionando la conquista de 46 ciudades de Judá.

A partir de la destrucción asiria, Tel Beerseba dejó de ser una ciudad fortificada y tras un paréntesis ocupacional, fue habitada por una pequeña población en el periodo persa, helenístico y romano.

En su historia, la ciudad tuvo múltiples destrucciones y reconstrucciones. Fue destruida por los asirios en el año 701 antes de la era común (aC), y conquistada por los babilónicos en el 587 aC. En el siglo XVI fue controlada por los turcos otomanos, pero recién fue de interés para ellos en el siglo XIX, cuando impulsaron su desarrollo: planificaron una ciudad con calles rectas, construyeron edificios y hasta hicieron llegar a ella al ferrocarril, la gran novedad de la época, que la unía con las poblaciones de Gaza y Ashkelon.
La ciudad cuenta con muchos otros puntos de interés. El mercado beduino es uno de los sitios más pintorescos para visitar, donde los visitantes pueden conseguir todo tipo de artesanías beduinas.
Actualmente, es una moderna ciudad que conserva algunos edificios históricos (principalmente de la época de dominio otomano) y continúa en crecimiento. Es la mayor población dentro del desierto del Néguev, y constituye también la quinta ciudad más poblada de Israel. 
En su composición demográfica, cuenta con un gran número de inmigración argentina: alrededor de 6.500 habitantes, sobre un total de 200.000. Por eso, no es extraño encontrar en Beer Sheva donde comprar artículos como dulce de leche o yerba mate, u observar otras influencias culturales argentinas, como el tango.
El Museo e Instituto Biológico estudia la flora y fauna del desierto, y también abre sus puertas a los visitantes, y en el cementerio británico de guerra, ubicado en la calle Haatzmaut, recuerda a los caídos en la Primera Guerra Mundial, en manos de los turcos.


No hay comentarios:

Publicar un comentario