La Sinagoga Hurva está ubicada en el Barrio Judío de la Ciudad Vieja de Jerusalén, fue por siglos la principal sinagoga askenazí de Jerusalén. Este bello edificio, la Sinagoga Hurva, su nombre significa "ruinas", debido a que esta Sinagoga, fue reconstruida tres veces en sus 300 años de historia, la última vez fue en el año 2010, incorporándose las ruinas del siglo XIX en dicha reconstrucción.
La sinagoga Hurva hoy se encuentra frente a una plaza en el centro
del barrio judío
de Jerusalén, adyacente
a la mezquita
Sidna Omar del siglo XIV. Las excavaciones
realizadas en el sitio en julio y agosto de 2003 revelaron evidencia de cuatro
períodos de asentamiento principales: Epoca del Primer Templo (800-600
aC.), Epoca del Segundo
Templo (100 dC), Periodos Bizantino y Otomano. Allí se
descubrieron tres mikvehs (baños rituales) excavados en la roca que
datan del siglo I. La tradición más antigua con respecto al sitio es la de
una sinagoga que existía allí en la época del sabio Judá el Príncipe del siglo
II.
En
la amurallada Ciudad Santa de Jerusalén, la Sinagoga Hurva formaba parte de un
barrio cuya data se remonta a las postrimerías del siglo XVIII. La
Sinagoga Hurva fue dinamitada por las tropas jordanas en 1948. Un solo arco de
los cuatro del edificio en ruinas fue reconstruido en 1977. Luego de casi
cuatro decadas de discusiones y propuestas de lo más diversas, la Sinagoga
Hurva fue restaurada entre 2003 y 2010.
La sinagoga Hurva fue
construida y destruida repetidamente una y otra vez hasta que finalmente se
completó en 1864. Durante la Guerra de la Independencia en 1948, los soldados
jordanos bombardearon la sinagoga y la destruyeron plenamente, dejando solo un
montón de ruinas. Su reconstrucción comenzó en 1967, cuando los judíos
volvieron a vivir en Jerusalén. Pero no fue reabierta hasta 2010.
A diferencia de la sinagoga antigua, que contaba con una capacidad para 450 feligreses, la reconstrucción redujo su aforo a 250 personas. La altura máxima es de 24 metros. La Sinagoga Hurva ha vuelto a funcionar como casa de oración y escuela de estudios judaicos. Si el edificio constituye hoy un hito en la ciudad, ello se debe en gran parte a las dramáticas circunstancias que incluye su historia.
Un
poco de historia
La historia de la
sinagoga Hurva comenzó en el siglo XVI cuando un grupo de Judios
Ashkenazis estaban luchando contra los musulmanes sobre la prohibición de la compra
de tierras en Jerusalén. La propiedad se adquirió finalmente y se conoció
como "El Patio Ashkenazi". A pesar de las dificultades, este
grupo judío estaba totalmente comprometido con Jerusalén y con la idea de
establecer una comunidad judía en la ciudad. En
ese mismo terreno, y sobre las ruinas de otros templos hebreos que se
remontaban como mínimo al siglo XIII, se alzaba una sinagoga anterior
construida en 1700, pero fue incendiada en 1721.
En
el año 1700, un grupo de judíos sefardíes llegados de España y otras zonas
de Europa construyeron una sinagoga en el barrio judío de Jerusalén. Sin
embargo, los judíos no pudieron afrontar las deudas contraídas para su
construcción y tan solo veinte años después los árabes incendiaron la
sinagoga.
En 1864 fue erigida en el mismo
lugar una nueva sinagoga, consagrada como Sinagoga Beis Yaakov por una comunidad de judíos ascetas
llamados perushim. La sinagoga decimonónica era oficialmente
conocida como la "Sinagoga Mayor de Jerusalén". Habiendo
esta vez funcionado como casa de oración durante ochenta y cuatro años, la
sinagoga en cuestión fue dinamitada por la Legión Árabe y reducida a escombros
durante la Guerra
árabe-israelí de 1948. A partir de ello se la conoció
como Ha-Hurva, expresión hebrea que significa "La Ruina"
(en alusión a lo que hasta ese entonces había sido la Sinagoga de Rabí Judá
el Piadoso.
Después de que Israel recapturó la Ciudad Vieja en 1967, fueron presentadas varias propuestas para la erección de un nuevo edificio. Entre ellas especial mención merece aquella desarrollada por el arquitecto estadounidense Louis Isadore Kahn entre 1967 y 1974. Aunque Kahn desarrolló tres sutiles variantes en su diseño para la Sinagoga Hurva, su propuesta no fue seleccionada.
Tras años de deliberación,
en 1977, un temporario e insípido arco conmemorativo fue reconstruido
sobre los vestigios del antiguo edificio arruinado y, a partir de ello, el
lugar se transformó en un raro monumento del Barrio judio de la Ciudad Vieja de
Jerusalén.
Más
de un milenio, una nueva sinagoga fue reconstruida en el mismo lugar que ocupó
la anterior. Este majestuoso templo fue la principal sinagoga de Jerusalén
durante más de ochenta años, hasta que fue nuevamente reducida a escombros
en la guerra árabe-israelí de 1948. Finalmente, en el año 2010 se levantó la
sinagoga Hurva de Jerusalén, que logró recuperar el esplendor y la belleza de
sus dos antecesoras.
La
nueva y actual Sinagoga Hurva:
Luego de
más de dos décadas, el proyecto de reconstruir la sinagoga en su formato y
estilo original recibió la aprobación del Gobierno israelí en 2000 y el mismo
fue terminado el 15 de marzo de 2010. A cargo de los trabajos estuvo el
arquitecto Nahum Meltzer. La reconstrucción actual incluye una porción del
muro de piedra que pertenecía a la sinagoga anterior y sobrevivió a la
explosión del ejército jordano, visible desde el interior del templo, tal
vestigio es un recordatorio de lo allí sucedido en 1948.
El nuevo templo del arquitecto Nahum Meltzer presenta la particularidad de incorporar parte de los vestigios de su predecesor el arquitecto Kahn, característica prominente en el interior del edificio actual, expresa Akerman: “Meltzer ha restaurado la Sinagoga Hurva de modo tal de dejar constancia de la historia del pueblo israelita en Tierra Santa sin excluir su importante período decimonónico. El proceder del arquitecto implica en este caso tanto la restitución del edificio pasado así como también posee un valor testimonial acerca de lo sucedido con el templo dinamitado en 1948.
En este sentido, lo
reconstruido por Meltzer no pretende ser un hito en la Historia de la
Arquitectura, mas constituye un importante símbolo identitario para el pueblo
hebreo, dado que la restauración de Meltzer retoma la idea inicial de Kahn,
quien deseaba construir "un símbolo de diálogo entre el pasado y el
presente", especialmente entre "la ruina y la reconstrucción".
La Sinagoga Hurva de Jerusalén ofrece la posibilidad de adentrarse en el
templo judío para contemplar sus costumbres y tradiciones.
¿Se
puede visitar la sinagoga?
Sí.
Está permitida la entrada de turistas no judíos a la parte superior de la
sinagoga Hurva, que comprende el espacio reservado para el culto de las
mujeres. Además, también se puede visitar la terraza de la sinagoga, que
ofrece unas vistas únicas del barrio judío de Jerusalén. La
entrada incluye también la visita a los yacimientos arqueológicos del subsuelo
de la sinagoga.
-La cúpula y su terraza
ofrecen unas esplendidas vistas de los alrededores.
Visitar la sinagoga Hurva de Jerusalén es una oportunidad única para ver
cómo funcionan las sinagogas modernas, ver los rituales que se llevan a cabo en
este lugar de culto, observar cómo los judíos estudian la Torá, debaten con el
rabino y mucho más. Todo ello desde el silencio y el respeto. Aprovechen la
oportunidad de visitar la sinagoga y ser testigos del sentimiento de magia y
santidad, que durante tanto tiempo les fue negado a los habitantes judios de
Jerusalén.